Desde la
más remota antigüedad el hombre ha buscado la forma de detener el avance del
tiempo y sus efectos sobre el natural proceso de envejecimiento.
Existe en
este sentido, una importante bibliografía sobre las distintas tentativas y procedimientos
utilizados a lo largo de la historia de la humanidad, en la ansiada búsqueda
del “ Elixir de la Juventud” que garantizaría la detención del inexorable efecto del
paso del tiempo sobre nuestras estructuras orgánicas.
Los
recientes avances en el campo de la biología, la bioquímica molecular y la genética, asociados
a una mejora manifiesta en las condiciones existenciales, han
permitido un notable incremento en las esperanzas y expectativas de vida, es
decir, en el promedio de años de vida de las personas.
EXPECTATIVAS DE VIDA
Destacan
particularmente, el mejor conocimiento del que se dispone en la actualidad
sobre las principales causas del envejecimiento, a saber:
- El
proceso oxidativo u oxidación desencadenado por los Radicales Libres.
- Las
alteraciones cromosómicas y el consiguiente daño genético.
- La
acumulación intra y extracelular de toxinas.
- Las
disfunciones hormonales que se producen a partir de cierta edad.
- Los
desequilibrios nutricionales producidos por dietas incorrectas.
Todos estos
factores actuando en forma simultánea han de contribuir, según revelan los
estudios bioestadísticos, ha acelerar el proceso de envejecimiento asociado en
la mayoría de los casos con una considerable pérdida de la calidad de vida.
A medida
que envejecemos, las células y tejidos que conforman nuestro organismo
experimentan cambios que conducen al deterioro y a la muerte de las mismas.
Es posible
apreciar en estas circunstancias, una pérdida de eficacia y capacidad para
reparar el material dañado, al tiempo que los tejidos se tornan más rígidos.
Así, por
ejemplo, los pulmones y el músculo cardíaco se dilatan con menor eficacia; los vasos
sanguíneos se endurecen; los ligamentos y tendones se tensan y los huesos se
descalcifican, con la consiguiente pérdida de material óseo y riesgo de
fracturas.
El
envejecimiento es un proceso continuo e irreversible, asociado a una pérdida progresiva
de la capacidad de adaptación, que es posible prevenir a través de terapias
adecuadas que tienden a eliminar o reducir la exposición a los factores de
riesgo de una senilidad prematura.
Ello
implica controlar las patologías propias de cierta edad cronológica de nuestra
existencia o de una mayor incidencia de las mismas; la corrección de hábitos nocivos
para la salud como el tabaquismo o beber alcohol en forma abusiva y la práctica de
actividades físicas destinadas a evitar las consecuencias nocivas del sedentarismo.
Es de
destacar en este sentido, la utilización de Antioxidantes a los efectos de proteger
nuestro organismo del daño producido en los tejidos por los Radicales Libres .
Es habitual
escuchar hablar actualmente de oxidación y de Radicales Libres(RL),hasta
el punto que constituye uno de los temas preferidos y preferenciales en materia
de salud abordados por los medios de difusión masiva, que
informan sobre la necesidad de enriquecer nuestra dieta o bien omplementarla
con antioxidantes naturales.
El oxígeno,
como es por todos conocido, es un elemento esencial para la respiración
y para las transformaciones y procesos metabólicos que configuran el ciclo
vital de los organismos vegetales y animales. Sin embargo, también puede
reaccionar produciendo sustancias inestables, altamente reactivas en términos
biológicos y nocivas para la salud, llamadas Radicales Libres (RL).
Éstas se
producen normalmente en el curso de los procesos bioquímicos vitales, que se
desarrollan en las estructuras celulares que conforman los diferentes tejidos
orgánicos; tales como síntesis y degradación de sustancias metabólicamente
activas, reacciones de defensa del sistema inmunológico frente al ataque de
agentes patógenos como bacterias y virus, y mecanismos generadores de energía, entre los
más destacados.
Pero la
producción de Radicales Libres se ha incrementado notablemente, por exposición
a las actuales condiciones medioambientales tales como:
* La contaminación
del aire que respiramos.
* Los
efectos nocivos de la radiación solar por su elevada concentración de rayos UV
de alto poder de penetración.
* Las
radiaciones ionizantes.
* La
contaminación de la cadena alimentaria con residuos de productos agroquímicos
sintéticos y pesticidas y la contaminación de las reservas acuíferas (ríos, lagos,
mares, etc.) con metales pesados de alta toxicidad.
*Uso
indiscriminado de medicamentos.
*Hábito de
fumar y otras adicciones tóxicas.
Estas condiciones figuran entre los factores
de riesgo más significativos
.
Los
Radicales Libres, tales como el ANIÓN SUPERÓXIDO, los PERÓXIDOS,los
RADICALES HIDROXILO y los PEROXINITRILOS; entre los más relevantes;afectan la
estructura de las membranas celulares, aceleran la oxidación de los lípidos o
grasas intracelulares originando peróxidos lipídicos que causan daño en las
paredes arteriales, producen alteraciones en la síntesis de proteínas y en la
secuencia de bases integrantes de los ácidos nucleicos (ADN y ARN), que son las
causas determinantes de numerosas patologías como así también del envejecimiento
prematuro.
Estas
alteraciones bioquímicas se manifiestan bajo la forma de enfermedades tales como
artritis reumatoidea y otras artropatías, afecciones cardiovasculares, cataratas y
procesos degenerativos de la mácula, coagulopatías, procesos inflamatorios
crónicos y degenerativos, cáncer y patologías asociadas a los daños provocados
por los Radicales Libres sobre el genoma humano (alteraciones de la estructura
genética celular).
Nuestro
organismo dispone de un sistema antioxidante de naturaleza enzimática, encargado
de neutralizar y destruir las acumulaciones de los mencionados radicales para
evitar su acción perjudicial sobre las diferentes estructuras tisulares.
Está
integrado fundamentalmente por las enzimas, SUPERÓXIDO DISMUTASA, CATALASAS, 2
PEROXIDASAS y GLUTATIÓN PEROXIDASA, quienes desempeñan un rol importante en la
protección de los tejidos y órganos de los procesos oxidativos desencadenados
por los Radicales Libres.
Numerosos
alimentos que forman parte de nuestra dieta habitual son ricos en antioxidantes
tales como la vitamina C, abundante en cítricos y vegetales; la vitamina E
presente en los aceites de maíz y soja, germen de trigo y cereales integrales y
el Beta Caroteno, precursor de la vitamina A, que se halla en zanahorias, vegetales
de hoja, etc.
Todos ellos
poseen la capacidad de eliminar Radicales Libres (acción antiradicalaria) del
organismo mientras que minerales como el Selenio, Cobre, Zinc
y Manganeso son indispensables para la activación de las enzimas que integran
el sistema antioxidante señalado anteriormente.
La coenzima
Q 10 también participa en la protección contra la oxidación de los componentes
vitales de las membranas celulares.
Sin
embargo, numerosas investigaciones llevadas a cabo en los últimos añosrevelan que
el aporte de sustancias protectoras frente a los procesos oxidativos,aún en las
dietas más saludables, no es suficiente para neutralizar la excesiva cantidad
de Radicales Libres a las que estamos expuestos y para evitar, en consecuencia,
las patologías resultantes de su acción nociva. Actualmente los niveles del
llamado “StressOxidativo” son muy elevados y en muchos casos más o menos fuera
de control; tal es el caso de la contaminación ambiental en grandes centros
urbanos, elevados índices de radiación, humo de cigarrillos aspirado por
fumadores activos y pasivos, consumo exagerado de medicamentos, etc.
Los
argumentos expuestos justifican la gran difusión con la que cuentan actualmente
los suplementos dietéticos dotados de capacidad antioxidante, basados en
la utilización del JUGO DE ALOE VERA,GINGKO BILOBA,TÉ VERDE, CARDO
MARIANO, AJO, UVA NEGRA y ARÁNDANOS, entre otros; destacando en su composición
la presencia de sustancias tales como Polifenoles, Catequinas, Glucósidos,
Carotenoides, Flavonoides, Flavonoles, Antocianidinas y Proantocianidinas, entre
los más importantes por su actividad “cazadora de Radicales Libres”.
La
complementación de la dieta con antioxidantes, constituye uno de los pilares fundamentales
de la Medicina Ortomolecular en la prevención y tratamiento de diferentes
patologías, en las terapias anti-envejecimiento (anti-aging) y en la
reservación de la salud.
Fuente: Dr Ricardo Gampel
Farmacólogo y Bioquímico
ANTIOXI,es una
combinación de Jugo de Aloe Vera con Arándanos rojos, Mirtilo, Luteína, Zinc y
Selenio.
Promueve la
salud estomacal, dental, cardiovascular, antitumoral y del tracto urinario,
protegiendo nuestro organismo de infecciones y radicales libres.
Especialmente
recomendado para problemas de próstata, candidiasis y fortalecer
el sistema visual.
MODO DE
EMPLEO: Tomar 2 cucharadas soperas (10 ml.) 2 o 3 veces al día o según
recomendación profesional.
Conservar
en un lugar seco y fresco, protegido de la luz directa. Una vez abierto
conservar en el frigorífico.
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producto que en él se exponga, puedes contactarme sin compromiso. Si prefieres
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atenderé encantada.
Isabel Sánchez Valle
Asesora de nutrición ortomolecular y cosmética natural
Telf. 675964716
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